Benedicto XVI se reunió hoy en el Vaticano con el presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, con quien analizó la defensa de la vida humana en todas sus fases y quien le informó de la cumbre para la reconstrucción de Haití que prepara el país caribeño.
El Pontífice y Fernández hablaron a solas, con la ayuda de un intérprete durante 20 minutos, y tras el encuentro, el presidente dominicano se reunió con el secretario de estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y con el "ministro de exteriores", el arzobispo Dominique Mamberti.
Los coloquios, según informó el Vaticano en un comunicado, se desarrollaron en un "clima de cordialidad" y durante los mismos "se ha apreciado la gran contribución que ofrece la Iglesia al desarrollo del país, especialmente en el campo educativo y sanitario, donde presta una atención particular a los más necesitados".
"También se ha subrayado la importancia de promover la vida humana, desde la concepción a la muerte natural", agregó la Santa Sede.
El Obispo de Roma y Fernández analizaron "el compromiso de las autoridades dominicanas para afrontar los problemas sociales que afligen a su país", así como la situación internacional y regional.
"A este respecto, se ha puesto de manifiesto el papel de la República Dominicana en la organización de las ayudas humanitarias en Haití", concluyó la nota.
Fuentes vaticanas señalaron que Fernández informó al Papa de su decisión de convocar una cumbre mundial en junio próximo para la reconstrucción del vecino país Haití, destruido por el terremoto de enero pasado que se cobró más de 300.000 muertos.
La audiencia se celebró en la Biblioteca privada del Papa y tras la misma entró en la sala el séquito presidencial, compuesto por 15 personas, entre ellas los ministros de Economía, Inversiones y Exportaciones, Administración de la Presidencia y el viceministro de Exteriores, y tras las presentaciones el presidente Fernández regaló al Papa un rosario de madera, típico de su país.
Benedicto XVI recibió a Fernández en la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca, quien le dijo, en español: "Le traigo el afecto de todo el pueblo de la República Dominicana".
El Papa, en español, dijo: "Es precioso, qué bello".
Antes de despedirse, Fernández expresó al Papa su deseo de que "si Dios quiere, pueda venir a la República Dominicana".
Benedicto XVI le correspondió con la medalla en oro de su pontificado.
Esta es la segunda vez que Leonel Fernández se reúne con un Papa en el Vaticano, ya que fue recibido el 18 de enero de 1999 por Juan Pablo II.
El Pontífice y Fernández hablaron a solas, con la ayuda de un intérprete durante 20 minutos, y tras el encuentro, el presidente dominicano se reunió con el secretario de estado Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y con el "ministro de exteriores", el arzobispo Dominique Mamberti.
Los coloquios, según informó el Vaticano en un comunicado, se desarrollaron en un "clima de cordialidad" y durante los mismos "se ha apreciado la gran contribución que ofrece la Iglesia al desarrollo del país, especialmente en el campo educativo y sanitario, donde presta una atención particular a los más necesitados".
"También se ha subrayado la importancia de promover la vida humana, desde la concepción a la muerte natural", agregó la Santa Sede.
El Obispo de Roma y Fernández analizaron "el compromiso de las autoridades dominicanas para afrontar los problemas sociales que afligen a su país", así como la situación internacional y regional.
"A este respecto, se ha puesto de manifiesto el papel de la República Dominicana en la organización de las ayudas humanitarias en Haití", concluyó la nota.
Fuentes vaticanas señalaron que Fernández informó al Papa de su decisión de convocar una cumbre mundial en junio próximo para la reconstrucción del vecino país Haití, destruido por el terremoto de enero pasado que se cobró más de 300.000 muertos.
La audiencia se celebró en la Biblioteca privada del Papa y tras la misma entró en la sala el séquito presidencial, compuesto por 15 personas, entre ellas los ministros de Economía, Inversiones y Exportaciones, Administración de la Presidencia y el viceministro de Exteriores, y tras las presentaciones el presidente Fernández regaló al Papa un rosario de madera, típico de su país.
Benedicto XVI recibió a Fernández en la sala del Tronetto, anexa a la biblioteca, quien le dijo, en español: "Le traigo el afecto de todo el pueblo de la República Dominicana".
El Papa, en español, dijo: "Es precioso, qué bello".
Antes de despedirse, Fernández expresó al Papa su deseo de que "si Dios quiere, pueda venir a la República Dominicana".
Benedicto XVI le correspondió con la medalla en oro de su pontificado.
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